Trump endurece su postura y amenaza con atacar a países que trafiquen drogas hacia Estados Unidos
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este martes una fuerte advertencia a los países que producen y trafican drogas hacia territorio estadounidense, al asegurar que “están sujetos a ataques”, en referencia directa a Venezuela y con una mención explícita a Colombia.
Las declaraciones se dieron durante una reunión con su Gabinete en la Casa Blanca, donde el mandatario afirmó haber recibido informes que señalan a Colombia como productor de cocaína y proveedor del mercado estadounidense. “No necesariamente sólo Venezuela”, subrayó, ampliando el alcance de sus amenazas.
Trump insistió en que Venezuela “ha sido peor que la mayoría” en materia de narcotráfico y aseguró que las operaciones terrestres contra presuntos cárteles en ese país comenzarán “muy pronto”. Ya había advertido días atrás que las Fuerzas Armadas estadounidenses actuarían dentro del territorio venezolano y ordenó considerar el espacio aéreo del país “cerrado en su totalidad”.
Según el mandatario, la acción en tierra sería “más fácil” porque conocen las rutas y bases de los grupos criminales. Las operaciones se enmarcan en el programa “Lanza del Sur”, que ya destruyó una veintena de embarcaciones y dejó más de 80 muertos, según cifras oficiales.
La ofensiva enfrenta denuncias por presuntas violaciones a los derechos humanos. The Washington Post informó que, en el primer ataque realizado en septiembre, se habría ordenado un segundo bombardeo para eliminar a dos sobrevivientes, lo que podría configurar un crimen de guerra. Trump dijo no tener detalles, pero respaldó al secretario de Guerra, Pete Hegseth, mientras el Pentágono sostuvo que las operaciones son “completamente legales”.
En medio de la escalada, el presidente venezolano Nicolás Maduro respondió desde Caracas: “Aquí estaré para servir al pueblo por siempre”, al tiempo que refuerza su alianza con las Fuerzas Armadas y observa con atención el acercamiento entre Trump y Lula da Silva.
La tensión regional vuelve a intensificarse en un momento de creciente presión internacional sobre el gobierno venezolano y de reacomodamientos diplomáticos en Sudamérica.
